Descubrir a tus hijos comiendo clandestinamente un bollo industrial no significa mas que están saturados de bizcochos caseros, buena señal y que, como buenos adolescentes, sucumben a la tentación de probar novedades, en fin......
No soy desconocedora de la repostería sofisticada, pero apuesto, en general, por los procesos que nos garanticen comer sano habitualmente, y que son los de elaboración mas sencilla.
Un bizcocho express, con el que poder equipar a los nuestros durante el recreo o en la merienda, o en el colacao de las tres de la mañana, dios nos libre de tales desmanes, se puede preparar en unos quince minutos, y hacerse en el horno mientras asamos un pollo o similar, por aquello de ahorrar tiempo y energía.
Esta historia empieza como todas:
En un bol mezclaremos un vaso de harina, un vaso de azúcar, 6 huevos, 70 gr. de mantequilla, un chorrito de aceite de oliva, medio sobre de levadura y ralladura de limón.
después de batirlo aceitaremos un molde. Yo los uso de silicona porque apenas hay que preparlos, no se pega el resultado, y no hay que gastar papel para el horno. Y se introduce en el horno a 180 grados durante una hora. Ya sabeis que el truco está, al final de este tiempo, en pinchar el bizcocho con una aguja larga y si sale limpia, ya está.
Un truco que yo utilizo es, una vez fuera del horno, taparlo inmediatamente con un paño de cocina, mientras se enfría.
A veces, lo cubro con almibar de naranja, que se prepara de esta manera: en una cazuela pequeña, se cubre el fondo de azucar, se añade zumo y ralladura de naranja y se deja cocer unos quince minutos, hasta que veamos que espesa.
En este momento se puede incorporar al bizcocho, extendiéndolo por encima.
En este momento se puede incorporar al bizcocho, extendiéndolo por encima.
No hay comentarios:
Publicar un comentario