domingo, 2 de diciembre de 2012

Cura depurativa 3, el entorno

Lo que llamamos buenas ondas para referirnos a un lugar, a una habitación, o  a la casa de un amigo, no deja de ser, en definitiva, una distribución racional y saludable del espacio y de los cachivaches que lo ocupan. No hay nada mas "descolocante" para el espíritu, que intentar vivir en una casa en mitad de una mudanza o de grandes obras. Lo único que ésto quiere decir es que necesitamos un entorno amigable para desenvolvernos, un entorno que ayude a equilibrarnos, a trabajar, meditar o descansar. Lograr que nuestra casa sea éste lugar del que hablamos, requiere la misma atención, por nuestra parte, que la que dedicamos a nuestro cuerpo en su cuidado, porque, de esa manera, trabajamos para nuestra salud. He visto casas que rezumaban medios económicos y no dejaban transparentar absolutamente nada del espíritu de sus ocupantes, frias y dictadas por la tienda de muebles. También las he visto enterradas en trastos viejos, entre montones de periódicos atrasados, juguetes en un rincón, y pilas de ropa. Si queremos que nuestro entorno nos mime, debemos plantearnoslo como la segunda piel que nos envuelve.

El feng shui nos ofrece directrices que pueden ayudarnos en esta tarea, si bien, ahora veremos los puntos mas importantes a los que deberemos atender para aplicar una cura depurativa de emergencia a nuestro hogar dulce hogar.
 
Lo más práctico es plantearnos habitación por habitación, para no sucumbir ante la ingente tarea de vaciar armarios, maleteros, de toda la casa a la vez.
 
En principio, el esquema de trabajo será el mismo para cada cuarto, teniendo en cuenta en cualquier caso, que la filosofía que debemos manejar es la de intentar vivir con las menos cosas posibles, para dejar espacio a nuestros movimientos. ¿qué quiere decir ésto?, las cosas viejas, las que ya no se usan, los objetos rotos, los regalos que nunca nos han gustado, al final, ocupan todo el lugar que deberíamos estan ocupando nosotros con nuestras actividades del presente. Si buscamos que nuestra casa nos quiera, debe hacerlo con nuestras características actuales, y esto quiere decir que no hay que tener miedo a la hora de dejar sitio.
 
En cada habitación, por turno, se deben revisar los armarios, dejando en ellos tan sólo lo que efectivamente usemos a menudo. ¿Para qué guardas esa blusa que te compraste hace quince años, que no te pones nunca ? Lo mismo vuelve la moda......, claro, pruébatela a ver si cabes entonces. En fin, seguro que a alguien le viene bien y agradecerás poder ver el fondo de tu armario después de tantos años. En cuanto a los adornos ¿porqué la gente se olvida de lo que significa esta palabra? y lo llama a todo aquello que disemina encima de cualquier superficie horizontal porque no sabe qué hacer con ellos y no se atreve a tirarlo.
 
Deja encima de los muebles SOLAMENTE aquello que te guste de verdad, aquello que tenga realmente un siginificado para ti, estético, sentimental, el que sea y desecha todo aquello que no cumpla con la función para la que está destinado, que es para hacerte mas hermosa la vida. Si  tirarlo te parece un despilfarro, seguro que alguien lo necesita.
 
En cuanto a la distribución de los muebles, seamos prácticos, no se trata de desencastrar la librería de cuatro cuerpos, pero seguro que al final te acabas pareciendo tú mas a la casa que la casa a tí, y debería ser al reves. Siempre he oido que mover los muebles de sitio trae suerte. Nunca nadie me ha explicado qué tendrá que ver una cosa con otra, pero si es verdad que las casas donde se está siempre abierto a novedades, y ésto incluye cambios incluídos los muebles, son casas donde su gente está viva, activa y pensante.
 
En nuestro trabajo de dejar el cuarto lo mas depejado posible, se incluye el ejercicio de liberarlo de muebles para observarlo vacío y contemplar las posibilidades que ofrece que puede que no viéramos hace años, cuando lo decoramos. La experiencia es interesante, y da una gran sensación de renovación. Se airean los rincones y se ofrece la posibilidad de hacer un comienzo de cero francamente saludable.
 
Cuando hayamos acabado con toda la casa, seguro que los cambios son mas que notables, correrá mejor el aire, y un espacio novedoso siempre ayuda a que nos renovemos también nosotros.
 
Ah, y todo ello sin gastar nada.
 
Suerte.
 
 

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